Érathis

lunes, 15 de noviembre de 2010

La libertad en los Jóvenes

Estaba preparando el contenido de una charla que debo realizar para el salón de clases donde estudia mi hijo mayor, el tema es "La libertad y la sana diversión". Una de las características de ser facilitador consiste en traducir todo el conocimiento posible, en darle una aplicación práctica de manera casi inmediata a los participantes. No se trata de imponerles lo que yo pienso, sino que ellos descubran, con mi ayuda ¿donde se encuentran? ¿Qué forma de vida han elegido para llegar a donde se proponen?

Hablando del tema de la libertad, un concepto muy manoseado y tergiversado en esta época, considero de vital importancia que los jóvenes tomen consciencia de este preciado don que tenemos los seres humanos. Seguro habrán escuchado hablar de la historia del árbol de bambú chino, que tiene la particular característica, de ser el árbol más alto del planeta, eso no tendría nada de extraordinario, si dejamos de lado que luego de sembrar una semilla, se deben esperar siete años, para que empiece a crecer. Al término del séptimo año y durante un mes el bambú chino puede crecer hasta 32 metros de altura. La pregunta es ¿el bambú creció en un mes o en siete años? La respuesta es que durante siete años fueron creciendo sus raíces, de tal forma que pueda soportar semejante altura. A diferencia del roble, el bambú tiene la capacidad de crecer aun a pesar de que se le corte el tallo. En el caso del roble, si se le corta el tallo, simplemente deja de crecer.

Si llevamos esta historia extraordinaria a nuestras vidas, ocurre que existe en los jóvenes una presión por crecer, por conocerlo todo, por experimentar sin tener en cuenta tiempo y lugar. El problema está en que si crecen sin tener buenas raíces (formación) no resistirán el menor "soplo" y terminarán cayendo una y otra vez.

La libertad no significa hacer lo que quiero sino lo que debo. Existe diferencia entre elegir un vida buena y una buena vida. La primera exige un buen uso de mi libertad, la otra está más ligada a la falta de autocontrol y terminar como un barco a la deriva. Como padres debemos esforzarnos ayudar a nuestros hijos a que tengan raíces fuertes y ello implica darle nuestro tiempo para formarlos en valores. Solo de está forma podemos tener la esperanza de que puedan soportar cualquier "tempestad" que se presente. Necesitamos ejercer el rol de líderes con nuestros hijos y ayudarlos a generar en ellos autoconfianza.

Todos hemos sido jóvenes y hemos cometido errores por querer correr sin haber caminando antes, es parte del aprendizaje de la vida. Ahora como padres queremos evitarles a nuestros hijos que cometan los mismos errores o asuman otros. Lamentablemente los consejos de los padres no siempre gozan de credibilidad y menos cuando suenan a "sermón del día." Los jóvenes de hoy quieren sentirse "libres" yo diría "independientes". No es raro ver la escena del hijo que vuelve avergonzado por no haber escuchado en su momento algún consejo que le pudo haber evitado un gran dolor de cabeza o más grave aun si se lo causó a otra persona.

Bueno... he compartido algo de lo que hablaré a esos jóvenes que me mirarán seguro algo escépticos al inicio, seguro dirán "ya vino ese tío a darnos otro sermón más". Lo que no saben es que el aprendizaje que les voy a proponer lo van a construir ellos mismos, usando todos los recursos que exigen los procesos de hoy en día... Tal vez me animo y les escribo que pasó luego.

Hasta la próxima!

No hay comentarios:

Publicar un comentario